Lo que sabes sobre el sur de Estados Unidos y el cambio climtico est mal

Hay una palabra galesa, hiraeth, que se refiere a “nostalgia por un hogar al que no puedes regresar, o un hogar que quizás nunca fue”.
https://www.openstreetmap.org/user/Yilmaz%20Wynn palabra evoca lo que siento por el sur de Estados Unidos. Es donde crecí, un lugar que amaba de niño y con el que entré en conflicto cuando era adolescente. Aunque ahora tengo un poco de distancia de observación, el sur todavía se siente como en casa de una manera profunda.
La mayoría de los escritores que conozco luchan con la idea del hogar. Es un lugar que amas, con el que te peleas, quieres proteger. A menudo me frustra la representación cliché del sur en los medios. https://www.pinterest.com/kelleyhandberg26bsaocb/ estoy aún más frustrado por la tibia respuesta del sur al cambio climático y los políticos que continuamente defraudan los mejores intereses de sus electores.
Me crié en Rocky Mount, Carolina del Norte, y llegué a la universidad sin haber viajado más allá de la línea Mason-Dixon. Nunca tuve la intención de ir “allá arriba”, a la fría y abotonada Nueva Inglaterra, pero después de 30 años en el sur, me mudé con mi esposo a la granja de su familia en Vermont.
Nueve años después, https://www.weddingbee.com/members/bayskate68 muchas personas en las dos regiones todavía se miran con sospecha y asombro antropológico.
Mis amigos y familiares del norte dicen: "Nunca podría vivir" allí ". Esa política y los veranos calurosos ".
Mis amigos y familiares del sur dicen: "Nunca podría vivir" allí ". No sé cómo sobrevives a los inviernos ". (Casi no lo hago)
Pero lo que solía parecer un regionalismo pintoresco se siente como tribalismo en 2018. Cuando veo informes de noticias sobre huracanes y política, veo una representación demasiado simplista y despectiva de los sureños. Sé que históricamente la representación se ha ganado con esfuerzo, pero es injusta para la naturaleza cada vez más violeta del sur urbano y los intelectuales, empresarios, conservacionistas, trabajadores de la justicia social, propietarios de librerías y artistas que hacen del sur su hogar. O incluso moderados alienados por el estado actual del discurso político, o adolescentes que se acercan a la edad de votar y que crecieron de manera más social y ambientalmente progresista que sus padres.